El propano se usa comúnmente para calentar espacios y agua, para cocinar y como combustible para aplicaciones de motores como carretillas elevadoras, motores de riego agrícola, vehículos de flotas y autobuses; sin embargo, sus aplicaciones están creciendo rápidamente debido a los nuevos desarrollos tecnológicos. Cuando se usa como combustible para vehículos, el propano se conoce como propano autogás.

Los establecimientos comerciales como hoteles, restaurantes y lavanderías utilizan los servicios de propano de la misma manera que el propietario. Granjas: Las granjas utilizan combustible de propano para secar cultivos, controlar las malezas y alimentar equipos. Más de 660.000 agricultores también utilizan combustible propano para bombas de riego, secadores de granos y generadores.

El propano es un combustible de combustión relativamente limpia, lo que se atribuye a su menor contenido de carbono. Sin embargo, su combustión produce desechos, como material particulado, dióxido de azufre, óxidos de nitrógeno, óxido nitroso, monóxido de carbono, gases de efecto invernadero, metano,

y carbono orgánico total sin metano.

Una desventaja del gas propano es su disponibilidad. Como bien sabe cualquiera que necesite rellenar un tanque de barbacoa, el propano no está tan disponible como el combustible diesel o la gasolina.